Eres única, Marilín. Infundes vida hasta a lo inerte. Tienes la casta y señorío, típicos omañeses, con los que mueves el mundo.
El Conde de Saldaña ha quedado prendado de tu empaque, pujanza y arrojo, y hemos sido invitados a su castillo de Los Barrios de Luna, donde voy a aprovechar para entonar unas trovas manzanedenses de mucho regocijo y enredo.
El Conde de Saldaña ha quedado prendado de tu empaque, pujanza y arrojo, y hemos sido invitados a su castillo de Los Barrios de Luna, donde voy a aprovechar para entonar unas trovas manzanedenses de mucho regocijo y enredo.