¿Quién tiene esos grandes ojos que relucen ante el sol, cómo espléndido azabache, cuando alumbra su fulgor, clavándose en las estrañas, con ardiente resplandor, siendo envidia de las
flores y de todo su
color......?. Anda, niña, vente a
casa y respone, por favor, que me muero de ansia viva por saber de quiénes son, que mis suspiros se oyen en Omaña con clamor de agonía desbordada que es deleite a mi dolor.