¿Os imaginais las
ruinas del
castillo de merced, cómo portal de Belén, y haciendo de
Virgen Madre la que piensas tú también, meciendo la dulce cuna, con su carita de luna, arropando a su bebé y S, José, mientras tanto los mira con tanto encanto que no acierta a comprender que el niño de La Hermosura en Omaña, fué a nacer, cobijado entre los brazos de la reina del edén, trayendo Tirso en sus ollas, rica miel para ofrecer?