Felicidades, estais todos muy elegantes y en un precioso marco.
Muchísimas gracias, Paco. Tú siempre tan cortés, agradable y gentil. Os eché de menos muchísimo pero estábais presentes en mi corazón. A ver si nos conocemos algún día. Recibe un abrazo, de esos de verdad.
Querido Octavio: Cuanto tiempo sin saber de ti. Te encuentro en un día feliz, la boda de tú hija, enhorabuena. Va guapísima y el padrino no digamos.. todos muy elegantes, como requiere el acontecimiento y como dice Paco el sitio precioso. El convento y el parador de San Marcos, ¡una joya!
¡Felicidades!
¡Felicidades!
! Que agradibilísima sorpresa, Mª José!. Te agradezco infinito que te hayas acordado de nosotros. Te echo mucho de menos. Teneis que conocer el Hostal de S. Marcos, joya del estilo plateresco y su larga y tubulenta historia. Yo os haré de cicerone, a ti y a Marilín. Por cierto, mi hija, se cambió en la misma habitación, donde Felipe IV, tuvo encerrado a Quevedo. Esos vanos que ves que están desprovistos de imágenes, es por la rapiña de los franceses en 1808. Las cabezas de abajo que van en fila, son personajes famosos de la Historia. Está justo al lado del Camino de Santiago. Te seguría contando muchas más cosas, pero debo de ir a trabajar. Tesoro, Preciosidad. Queridísima Mari Jose, recibe un abrazo muy fuerte y todo el cariño del mundo. Te quiero un montonazo.