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EL CASTILLO: Maravillosas tus poesias, gracias Poeta Omañés!

Si volvieras a empezar
y yo tuviera que verte,
en plenitud de tenerte,
cómo antaño en tu brillar,
los lamentos que te arruinan
que te colman, te dominan,
haciéndote sollozar,
volverían a ser gozo,
olvidando el tu destrozo,
haciéndome deleitar,
tu inmensa y bella figura,
de esa forma triangular,
capricho de tu estructura,
soporte de un alma pura
que nadie puede igualar.

Si supieras cómo estaba
en sus años de esplendor
que tenía cuatro torres
almenadas con primor,
la mayor,"Del Homenaje",
esa que se ve mejor,
con portón de buen herraje
y cadenas de abridor,
enlazada con murallas,
con paseo en su interior,
a las otras que eran dos,
que parecían las hijas
de la madre, la anterior,
pués sus brazos alargaba
para mejor sujección
y así que no se cayeran
jugando con aquel sol
que bromeaba con ellas,
reflejando su fulgor.
Estas de las que os hablo,
una hacia el río miraba
que baja del Tambarón
y la otra a Manzaneda,
de vista nunca perdió.
La cuarta, un poco apartada,
su ojo al Cueto guiñaba
y servía de vigía
tanto de noche y de día
al que acercarse venía
y "santo y seña", decía.
Mi madre a mí me explicaba
que un pasadizo bajaba
y al Omaña él llegaba,
para en los casos de asedio,
ser éste el mejor remedio,
y no quedarse sin agua.
Su entrada al sur se orientaba,
al pié de un cubo artillero,
y ante el ataque más fiero,
a los guerreros libraba
que disparaban por él
las ballestas y bombardas.
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Maravillosas tus poesias, gracias Poeta Omañés!