El tiempo en ti se detiene
Oh Castillo tan galante
convirtiendo a cada instante
en un placer delirante
que a nuestra alma conmueve
y las horas esparcidas
en tus ruinas van perdidas
porque aquí ya nadie muere,
al sentir que tu mirada
con ojos de enamorada
la vida acuna y sostiene.
¿Qué dices a tanta luz
y a ese Cristo de la Cruz
que aparece en tu vertiente?.
Compartís el gran dolor
de vuestro cuerpo doliente
que a menudo es complaciente
con ese gran resplandor
que se abre hacia el oriente
y se mezcla en el rumor
del río Omaña, presente,
encendiendo en su clamor
el fuego más refulgente.
! Ay Castillo de Benar!
no dejes en el llorar
la agonía de tu suerte,
que tu eres nuestro cantar
y atí quiero suplicar
que el viento...... no te despierte.
Tavines.
Oh Castillo tan galante
convirtiendo a cada instante
en un placer delirante
que a nuestra alma conmueve
y las horas esparcidas
en tus ruinas van perdidas
porque aquí ya nadie muere,
al sentir que tu mirada
con ojos de enamorada
la vida acuna y sostiene.
¿Qué dices a tanta luz
y a ese Cristo de la Cruz
que aparece en tu vertiente?.
Compartís el gran dolor
de vuestro cuerpo doliente
que a menudo es complaciente
con ese gran resplandor
que se abre hacia el oriente
y se mezcla en el rumor
del río Omaña, presente,
encendiendo en su clamor
el fuego más refulgente.
! Ay Castillo de Benar!
no dejes en el llorar
la agonía de tu suerte,
que tu eres nuestro cantar
y atí quiero suplicar
que el viento...... no te despierte.
Tavines.