Puedes estar muy orgullosa de tu tía Pilar. Su cara irradiaba paz, armonía, dulzura y un resplandor especial que conmovía a cualquiera. Aquella sonrisa perenne que siempre regalaba a todo el mundo, era un deleite permanente
para propios y extraños. Era sumamente feliz, haciendo todo tipo de bién y entregando su generosidad a raudales con aquellas manos tan finas, blancas y pulidas. Su casa brillaba cómo un espejo de limpia y reluciente, atendida con un cuidado y primor, imposibles de igualar. Todo en ella era sol, despertar, luz, calma y sosiego. Cuando llegaba de León a descanasar en el verano, siempre sacaba aquél banco de color azul claro, de patas barrocas, donde nos sentábamos a charlar con ella y a gozar de su gran cultura y sentimiento por las necesidades, problemas,éxitos ó fracasos de los demás. Ver a Dña Pilar era sentir la delicia del Firmamento y escuchar sus experiencias vijeras por todo el mundo, llenaba plenamente de interés, nuestra tierna curiosidad infantil, obsequiándonos con aquellos delicosos y dulces "botones" de chocolate que repartía con entusiasmo inagotable entre todos sus pequeños y fervorosos oyentes. Con qué cariño y ternura, acariciaba nuestros rostros, inmensamente complacidos y agradecidos de su regreso a "El Castillo".! Cuánta suerte tuve en conocerla y disponer de su transparente vecindad, torrente de armonía y de verdad, eterna paloma en su volar, mirando a este pueblo en su arrullar, sin dejarnos nunca de olvidar,! oh santa y perpetua gratuidad!.
Tavines.
para propios y extraños. Era sumamente feliz, haciendo todo tipo de bién y entregando su generosidad a raudales con aquellas manos tan finas, blancas y pulidas. Su casa brillaba cómo un espejo de limpia y reluciente, atendida con un cuidado y primor, imposibles de igualar. Todo en ella era sol, despertar, luz, calma y sosiego. Cuando llegaba de León a descanasar en el verano, siempre sacaba aquél banco de color azul claro, de patas barrocas, donde nos sentábamos a charlar con ella y a gozar de su gran cultura y sentimiento por las necesidades, problemas,éxitos ó fracasos de los demás. Ver a Dña Pilar era sentir la delicia del Firmamento y escuchar sus experiencias vijeras por todo el mundo, llenaba plenamente de interés, nuestra tierna curiosidad infantil, obsequiándonos con aquellos delicosos y dulces "botones" de chocolate que repartía con entusiasmo inagotable entre todos sus pequeños y fervorosos oyentes. Con qué cariño y ternura, acariciaba nuestros rostros, inmensamente complacidos y agradecidos de su regreso a "El Castillo".! Cuánta suerte tuve en conocerla y disponer de su transparente vecindad, torrente de armonía y de verdad, eterna paloma en su volar, mirando a este pueblo en su arrullar, sin dejarnos nunca de olvidar,! oh santa y perpetua gratuidad!.
Tavines.