Espléndido coche para transportar las ilusiones más íntimas de la obscuridad de nuestros misterios inconfensables, huyendo a velocidades imposibles por ignotas rutas que nos hagan volar a los destinos esperados y nunca conseguidos de esa inquietud perpetua de una felicidad conmovedora y apacible, oculta má allá de las fronteras de la imaginación y del deseo. Abre sus puertas y no dudes llevar contigo las alforjas repletas de ese alimento que apasiona el deleite de las sonrisas que dán luz a tu vida de eterno resplandor. Alberga en él la compañía de lo amado, querido y deseado. Siente la comodidad de encontrarte con el "yo" perenne y protegido por las sutiles manos calurosas que acarician tus anhelos. Despójate de los prejuicios polvorientos y sudorosos, lavándote con la pureza de una lluvia incesante que acude a renovar la fragancia del pasadp y su tormento. Vámos ya, mujer, dále el fulgor del brío y la pujanza, acelerando su corazón de metálico raudal. Asoma tu cabeza, mientras trota, devorando distancias y presta al viento la delicia de tu pelo en el hechizo de un mar de planitud.
Tavines.
Tavines.