Omaña se mira al río
que baja desde Fasgar
y en medio de su extravío,
al verse en él reflejar,
supira en el desvarío
de su cara, contemplar,
más pura que ese rocío
del amanecer de amar,
más hermosa que el delirio
del placer más celestial
que arrebata tu sentido
y te hace deleitar
con la frescura más pura
de su inmenso manantial,
agua fresca de dulzura
que colma la sequedad
y es la vida y la locura
de poderte acariciar
al oir cómo murmura
el fluir de su cantar
que se rompe de ternura
en medio de la blancura
de esa espuma que te cura
cuando te aqueja algún mal.
Oh grandioso torbellino,
difícil de imaginar
que adormeces el ruído
y nos devuelves la paz.
Río Omaña, yo te miro
el tu paso, dibujar
y en la pureza que llevas,
yo me quisiera ocultar
para sentir el alivio
del que encuentra la verdad,
del pobre y desfallecido
que tus senos vá a buscar,
encontrando el alimento
y el sustento de su..... andar.
Tavines
que baja desde Fasgar
y en medio de su extravío,
al verse en él reflejar,
supira en el desvarío
de su cara, contemplar,
más pura que ese rocío
del amanecer de amar,
más hermosa que el delirio
del placer más celestial
que arrebata tu sentido
y te hace deleitar
con la frescura más pura
de su inmenso manantial,
agua fresca de dulzura
que colma la sequedad
y es la vida y la locura
de poderte acariciar
al oir cómo murmura
el fluir de su cantar
que se rompe de ternura
en medio de la blancura
de esa espuma que te cura
cuando te aqueja algún mal.
Oh grandioso torbellino,
difícil de imaginar
que adormeces el ruído
y nos devuelves la paz.
Río Omaña, yo te miro
el tu paso, dibujar
y en la pureza que llevas,
yo me quisiera ocultar
para sentir el alivio
del que encuentra la verdad,
del pobre y desfallecido
que tus senos vá a buscar,
encontrando el alimento
y el sustento de su..... andar.
Tavines