Muchísimas gracias, Marilín por poner a este gran hombre que murió en "Olor de Santidad". Todo en él era sana simpatía, calor humano, cercanía, generosidad y una educación innata y natural permanente y constante.
Vivía en
Guisatecha en muy malas condiciones, en una
casa con techo de paja, medio derruida, pasando mucho frío y privación de cualquier comodidad pero jamás oías en él una sóla queja ó lamento. Su sonrisa que nunca perdía, lo iluminaba todo. Era mu inteligente y conmovía a todo el mundo
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