Ese gran arco que veis en el centro estaba cerrado por una gran celosía que dividía la ermita en dos partes. La anterior estaba dedicada al culto y la posterior a la celebración de los juicios (Audiencia) y los condenados por delitos graves eran llevados a las mazmorras del castillo de Benar. Con la rehabilitación del templo en el año 60, dicha celosía fue trasladada al lugar que ocupa actualmente, a la entrada. Había dos puertas de acceso a la iglesia: Una en la cara este, para los vecinos de Santibáñez (ya desaparecida) y otra en la cara sur (la única que hay ahora) para los vecinos de Guisatecha. El techo era de paja de centeno y de su mantenimiento se ocupaba Ruperto el de Santibáñez, el marido de Alcides.