Conocemos nombres nuevos
que definen fenómenos atmosféricos
que generan destrucción
o traen hasta nosotros muerte y miseria
otorgándoles un nombre, por orden alfabético
y colocándoles dentro de una escala de intensidad.
Incluso si algún término no nos encaja
para definirlo nada importa
se lo inventan los inventores de nombres
y así conocemos desde huracanes,
los huracanes que siempre hemos llamado
hasta la depresión atmosférica aislada en niveles altos,
y que nos han abreviado diciéndole ‘DANA’.
Nuevo para la mayoría de nosotros
como también lo fueron ‘el niño’ o ‘la niña’
y ahora por si fuera poco los que inventan nombres
han abierto su vaso mezclador y han vertido dos palabras,
dos simples palabras en inglés que ‘viste más’,
derramando en su interior primeramente ‘Mediterranean’
y una vez reposado un instante agregan ‘hurricane’.
Una vez cerrado con esmero el recipiente
mezclan con suavidad pero no agitan
para no turbar en demasía
y al verter con cuidado el contenido resultante
aparece sin rubor alguno ‘Medicane’.
Nada de esto deberá preocuparnos
pues después de la tempestad dicen,
y así ha sido siempre regresa de nuevo la calma.
Y eso es lo que sucederá con esta pandemia
que nos abrazó comenzado el año
sin intención de soltarnos
y al parecer con el empeño por nuestra parte
en mantenerla y alimentarla
con cierto grado de irresponsabilidad
por parte de los irresponsables
un día tras otro
una semana tras otra
un mes tras otro
‘…y el hombre le puso nombre…’.
Muchos son los que se han ausentado
antes de llegado su momento
y a todos echaremos de menos,
mucho el desconcierto de unos y otros
mucho el aprovechamiento de otros y unos
y siempre perdiendo
los que pierden siempre
y siempre solidarizándose
los que se solidarizan siempre
y siempre mirando para otro lado
los que miran para otro lado siempre
siempre los mismos donde siempre
cada cual en su lugar.
Volveremos a sonreír
quizá de forma diferente a como sonreíamos,
volveremos a abrazar
quizá con mayor intensidad a como abrazábamos,
volveremos a vivir
quizá aprovechando más el regalo
que cada día nos entrega la vida.
José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
que definen fenómenos atmosféricos
que generan destrucción
o traen hasta nosotros muerte y miseria
otorgándoles un nombre, por orden alfabético
y colocándoles dentro de una escala de intensidad.
Incluso si algún término no nos encaja
para definirlo nada importa
se lo inventan los inventores de nombres
y así conocemos desde huracanes,
los huracanes que siempre hemos llamado
hasta la depresión atmosférica aislada en niveles altos,
y que nos han abreviado diciéndole ‘DANA’.
Nuevo para la mayoría de nosotros
como también lo fueron ‘el niño’ o ‘la niña’
y ahora por si fuera poco los que inventan nombres
han abierto su vaso mezclador y han vertido dos palabras,
dos simples palabras en inglés que ‘viste más’,
derramando en su interior primeramente ‘Mediterranean’
y una vez reposado un instante agregan ‘hurricane’.
Una vez cerrado con esmero el recipiente
mezclan con suavidad pero no agitan
para no turbar en demasía
y al verter con cuidado el contenido resultante
aparece sin rubor alguno ‘Medicane’.
Nada de esto deberá preocuparnos
pues después de la tempestad dicen,
y así ha sido siempre regresa de nuevo la calma.
Y eso es lo que sucederá con esta pandemia
que nos abrazó comenzado el año
sin intención de soltarnos
y al parecer con el empeño por nuestra parte
en mantenerla y alimentarla
con cierto grado de irresponsabilidad
por parte de los irresponsables
un día tras otro
una semana tras otra
un mes tras otro
‘…y el hombre le puso nombre…’.
Muchos son los que se han ausentado
antes de llegado su momento
y a todos echaremos de menos,
mucho el desconcierto de unos y otros
mucho el aprovechamiento de otros y unos
y siempre perdiendo
los que pierden siempre
y siempre solidarizándose
los que se solidarizan siempre
y siempre mirando para otro lado
los que miran para otro lado siempre
siempre los mismos donde siempre
cada cual en su lugar.
Volveremos a sonreír
quizá de forma diferente a como sonreíamos,
volveremos a abrazar
quizá con mayor intensidad a como abrazábamos,
volveremos a vivir
quizá aprovechando más el regalo
que cada día nos entrega la vida.
José Manuel Contreras ... (ver texto completo)