Al entrar en el templo, no podemos por menos de mirar hacia lo más alto tal vez
Buscando a dios. Algo nos dice que esta alli de una manera preferente, por eso alzamos la vista y decimos:
La voz de la conciencia te pregona
Y advierte el corazón enajenado
La claridad que anuncia tu reinado
Y el cantar de amor que tu grandeza entona.
El sol se desprendio de tu corona
Que el hombre con espinas ha forjado,
El amor y la paz van a tu lado,
Y tu poder los siglos eslabona.
Tu evangelio a los hombres hizo iguales,
Al martir alzas, al verdugo humillas,
Avivas el ardor de los leales,
Y mas inmenso a nuestros ojos brillas
Si para bendecir a los mortales
En tu alfombra de estrellas te arrodillas.
Ja.
He escrito esto sin saber si os gusta la poesía, si asi fuese acezmelo saber
Y os regalaré alguna más. Gracias.
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