El Valle, el Valle, mi querido rincón y casa solariega, que oyeron mis primeros gemidos en el pasado siglo y hace un mes volví a visitar en busca de mis lares y penates revolviendo mis raíces genealógicas disperdigadas por el entorno. Qué más puedo decir? alguna jeremiada o algún canto rememorando las ruinas de Itálica famosa, aunque no tan ilustre. Pero ahí sigue El PORTILLERO ahora indicado en el alto y marcando la cuenca del Cea.