ESCOBAR DE CAMPOS: Era un jardín sonriente; Era una tranquila fuente...

Era un jardín sonriente;
Era una tranquila fuente
De cristal;
Era, a su borde asomada
Una rosa inmaculada
De un rosal.

Era un viejo jardinero
Que cuidaba con esmero
Del vergel,
Y era la rosa un tesoro
De más quilates que el oro
Para él.

A la orilla de la fuente
Un caballero pasó,
Y la rosa dulcemente
De su tallo separó.

Y al notar el jardinero
Que faltaba en el rosal,
Cantaba así, plañidero,
Receloso de su mal:

-Rosa la más delicada
Que por mi amor cultivada
Nunca fue;
Rosa la más encendida
La más fragante y pulida
Que cuidé.

Parte de un Poema de los hermanos
Joaquín y Serafín Alvarez Quintero.