La "mata'l gochu". Hacia el uno de noviembre, por San Martín. Era todo un rito. Casi todas las casas, por aquel entonces, mataban uno al año. Se había criado desde meses atrás, con berzas, gamones, patatas, cebada, centeno...comía como un rey, el condenado. Hasta el día que lo llevaban al banco. Muy pocos hombres sabían cómo matar al animal, pero todos colaboraban en las distintas fases de la matanza. Lo que más recuerdo son los gruñidos hasta que agonizaba y dejaba de salir sangre por aquel boquete que le hacían junto a las patas de adelante. Luego venía el chamuscado, el raspado y la apertura en canal. Y unos cuantos días más de tarea con el despiece y para hacer las morcillas (sangre, harina, azúcar, arroz cocida), los chorizos (carne, ajo, sal, pimentón, orégano) el salado de las piezas que quedaban para secar al humo (jamones, paletillas, costillas...).