En los años sesenta, en Espina de Tremor había por lo menos siete molinos de agua como éste. Con el declive de la agricultura de montaña quedaron en desuso. El centeno era el único cereal que se molía aquí. El mecanismo consistía en una gran rueda de piedra, tallada a mano, enganchada a un eje de hierro y madera que estaba en contacto con el río y que giraba con la fuerza del agua. (A ver, que alguien continúe explicando donde se ponía el centeno y por dónde salía la harina).