... Un buen día decidimos hacer una pequeña ruta por Faro y su entorno. Somos un grupo pequeño de senderistas. Dejamos el coche unos metros antes de emprender el camino hacia Faro. La carretera es estrecha, tanto es así que en ciertos puntos, como se encuentren dos autos, se compicarán el paso. Un río serpentea por el lugar, no es muy importante. Llegamos a Faro en poco tiempo, ya que, desde el inicio hasta el final no hay mucha distancia. Eso sí, cuesta arriba.
En Faro, no vimos apenas gente y nos dirigimos hacia un camino que nos llevaba hasta Peranzanes. Aquí sí pudimos entrar en algún bar y tomar algo. Después regresamos al punto de partida, pero por la carretera hasta encontrar el coche que habíamos dejado para subir a faro. Buena caminata.
Pues bien, pasamos Faro sin pena ni gloria. No había gente con quien echar una parrafada. Como dije anteriormente y contestando a Margarita y Lorena, Faro no tiene nada que ver, es mi opinión. Paz, sosiego y tranquilidad se respira con frecuencia. Aire puro y sano por doquier; pero de ahí, a ser el pueblo más bonito, media un abismo. Sin duda para los nacidos en ese pueblo es el más bonito. Bien mirado, se pueden pasar unas vacaciones huyendo del asfalto de la ciudad y buscando el reposo del "guerrero".
Animo a Lorena y a Margarita -así como a otro cualquiera del pueblo-, a que nos cuente algo más; sus fiestas, sus gentes, la inmigración, la emigración y todo aquello relativo al pueblo que nos ocupa en este caso: FARO. Un cordial saludo.
En Faro, no vimos apenas gente y nos dirigimos hacia un camino que nos llevaba hasta Peranzanes. Aquí sí pudimos entrar en algún bar y tomar algo. Después regresamos al punto de partida, pero por la carretera hasta encontrar el coche que habíamos dejado para subir a faro. Buena caminata.
Pues bien, pasamos Faro sin pena ni gloria. No había gente con quien echar una parrafada. Como dije anteriormente y contestando a Margarita y Lorena, Faro no tiene nada que ver, es mi opinión. Paz, sosiego y tranquilidad se respira con frecuencia. Aire puro y sano por doquier; pero de ahí, a ser el pueblo más bonito, media un abismo. Sin duda para los nacidos en ese pueblo es el más bonito. Bien mirado, se pueden pasar unas vacaciones huyendo del asfalto de la ciudad y buscando el reposo del "guerrero".
Animo a Lorena y a Margarita -así como a otro cualquiera del pueblo-, a que nos cuente algo más; sus fiestas, sus gentes, la inmigración, la emigración y todo aquello relativo al pueblo que nos ocupa en este caso: FARO. Un cordial saludo.