Lástima que todo cambia, nos guste o no! Cada vez quedan menos cosas que son como las recordamos. Algunas se han sustituido porque el progreso es imparable y es normal que ahora no se vaya a lavar al
río, si ya hay lavadoras que ahorran ese trabajo. De acuerdo, era típico, entrañable y forma parte de nuestros recuerdos de infancia y todo eso pero la calidad de vida se impone. A otras cosas, sin embargo, no les encuentro sentido. ¿Ejemplo? Mi desilusión cuando, después de unos años sin ir por Espina,
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