Que hermosura de
foto con la amenaza lacerante de las puntiagudas
piedras sujetadas por las endebles puntalas que liberan en el espacio al valiente minero...pero algo no me
cuadra. Guantes blancos impolutos, pelo rubio no manchado al igual que el buzo, cara limpia...los picadores de mi
pueblo siempre tenían la cara manchada de carbón...