Hace como 100 años mi abuelo Jesus llegó a
Argentina como muchos otros, buscando mejor vida. Ayer, luego de casi dos años de trámiterío, me entregaron mi partida de nacimiento española. Era una cuestión de orgullo. Y por fin lo conseguí, al igual que mi hermano Gabriel. Lamentablemente, por ahora,
España y
Posada de Omaña, muere con nosotros, porque no podemos pasarle la nacionalidad a nuestros hijos, a diferencia de
Italia y otros países, que siguen la línea de sangre.
Feliz navidad y que el próximo
... (ver texto completo)