Sentada sobre una piedra del Cascariello, observa su pueblo invadido por la quietud y el silencio roto sólo por el rumor del río menguado y perezoso de final de verano. Las casas apiñadas se ven cerradas y silenciosas. Se fija con atención en la de M. que a ella de niña le parecía un palacio, tiene los postigos cerrados, las persianas bajadas y el jardín reseco. Y el silenci. El silencio invasor en lucha con los sonidos que ella guarda en su memoria y que tanto echa de menos. Echa de menos el sonido
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Greta, me has dejado acongojado, no sabia yo esa faceta tuya, debes de cultivarla pues lo haces muy bien, pero no dices nada de la siega del
pan, de la hierba, de la hoja, y muchas mas cosas que se perdieron y gracias a Dios que así fue, que están bien en
casa del demonio. Bueno y quiero decirle algo a Chanomariello, que cuando digas las coplas que las digas enteras pues nos dejas a medias, no se, pero me parece que andas un poco gacho Chanomariello, te noto algo distraido. Muchos saludos
FOREROS.