Corría el año 15 a. d. C cuando una legión del Imperio decidió montar su campamento permanente en una tierra a la que hoy conocemos como
León, que permaneció como asentamiento
romano durante siglos. Buena prueba de ello son los múltiples vestigios que aún hoy pueden visitarse: el centro de interpretación del León romano, la
muralla altoimperial, el
Canal, el Anfiteatro, los restos de la Porta Preatoria, el campamento romano de Principia, el depósito de
agua, la muralla tardorromana o la Cripta de
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