a primero de julio en león a las 6 de la mañana, con manguita corta, tras estar el día anterior a 37 grados a la sombra en madrid, pasamos a 10 grados, no había nieve evidentemente, pero el contraste de temperaturas y la ligereza de la ropa, mal dormidos y despertados al grito de "a la puta carrera", francamente fue impactante en todos los sentidos para unos chavales que solo dos días antes estábamos entre algodones, pero pasado el trance, solo recuerdo lo positivo de todas las experiencias que fueron muchas.