Gracias, Antonio Badín, por los comentarios tan amables sobre la
foto. Muy agradecido por todo y siento no poder cumplir con el encargo que me hace de darles un fuerte abrazo a mis progenitores. Aunque suelo envolverme con el ropaje de la apariencia de un rapacín, estoy metido en los sesenta y cinco y mis progenitores ya abandonaron este mundo en el siglo pasado.
A conservarse y a pasarlo bien, Antonio.
Un saludo.