Amigo Carballo son tus padres, (un abrazo de parte de mi madre) Documentos extraordinarios. Muy agradecidos.
Tan jóvenes no los reconozco. Había fuerza y juventud, ¡pero cuánto trabajo esperaba detrás! El yogo todo un símbolo de sumisión y de paciencia. A ver si los reconocéis.
No os quejaréis de la sesión de fotos que os estoy proporcionando, los días de quietud en la capital dieron su fruto. Puede que para muchos las instantáneas no tengan mayor interés, pero creo que sí reflejan la vida del lugar en la mitad del siglo pasado. Salu2