Esto se anima, nada más aparecer y soltando información, además bien documentado. Creo que la povisa que movía el viento y que en un plis plas la vaca turriona mandó al techo ha cogido algo de peso y ahora no la mueven tan fácil, ¿me equivoco? Ánimo a seguir participando.
Jacqueline, tu compi de marcha no para, diariamente camino del Alamillo (es el puente famoso de la Expo), no quiere perder la forma para subir en el verano las cuestas de Folloso.
A propósito del libro de La Omaña de D. Florentino, que yo leí en su día como creo que la mayoría de los habitantes de la contorna, a mí me produjo una reflexión que todavía no he olvidadado, me pareció que no hablaba de mi tierra, donde sus habitantes tenían que luchar en condiciones durísimas para arrancarle el ínfimo sustento diario. Preguntar los más jóvenes cómo era la vida de sus abuelos y me daréis la razón. En el libro describe los lugares con excesivo afecto, parece que habla de una tiera prometida donde todo es fácil y bello, y ya veis que la realidad es otra. Puede que yo sea muy crítico, pero las cosas son como son y desgrciadamente la literatura no las puede cambiar. Por otro lado sí es de destacar en el libro lo bien documentado que está, no deja escapar ni un rincón que no cite y añada todo lo que de él se sepa. Yo creo que es el manual que todo omañés debe de conocer y luego cada cual con sus ideas. Vaya, ya me he enrollado y no quería. Salu2
Jacqueline, tu compi de marcha no para, diariamente camino del Alamillo (es el puente famoso de la Expo), no quiere perder la forma para subir en el verano las cuestas de Folloso.
A propósito del libro de La Omaña de D. Florentino, que yo leí en su día como creo que la mayoría de los habitantes de la contorna, a mí me produjo una reflexión que todavía no he olvidadado, me pareció que no hablaba de mi tierra, donde sus habitantes tenían que luchar en condiciones durísimas para arrancarle el ínfimo sustento diario. Preguntar los más jóvenes cómo era la vida de sus abuelos y me daréis la razón. En el libro describe los lugares con excesivo afecto, parece que habla de una tiera prometida donde todo es fácil y bello, y ya veis que la realidad es otra. Puede que yo sea muy crítico, pero las cosas son como son y desgrciadamente la literatura no las puede cambiar. Por otro lado sí es de destacar en el libro lo bien documentado que está, no deja escapar ni un rincón que no cite y añada todo lo que de él se sepa. Yo creo que es el manual que todo omañés debe de conocer y luego cada cual con sus ideas. Vaya, ya me he enrollado y no quería. Salu2