Vayamos por partes, porque son muchas las ideas que tengo pendientes. Gracias a Mª Á. M. G. y a Peña Valdevés por su apoyo y sus recuerdos. Me gustaría completar las descripciones espléndidas de Peña Valdevés, otro día lo haremos con una rebanada de pan de la hogaza con la mateca saliendo del odre, ni blanda ni dura, con su color y olor inconfundibles. Hoy hablemos de otra cosa.
He leído ya materializado ese deseo de pasar del encuentro virtual al físico, con una comida forera. Yo de acuerdo, tiempo habrá de consenso. Propongo dos encuentros que pueden no ser excluyentes.
a). El primero sería una subida al Cueto de Rosales (el señor de la Lomba). Podríamos quedar en Valdevés una tarde, allí el encuentro, cada cual con pegatina en la solapa por lo de las identificaciones, y luego a iniciar la subida. Dará tiempo a hablar y disfrutaremos del paisaje que tanto nos une. Comida y bebida cada cual a su gusto.
b). Coincide mi segunda propuesta con la que ya se ha hecho, almuerzo o cena en sitio planificado, peinados y lavados y con mantel y mesa puesta.
Salu2
He leído ya materializado ese deseo de pasar del encuentro virtual al físico, con una comida forera. Yo de acuerdo, tiempo habrá de consenso. Propongo dos encuentros que pueden no ser excluyentes.
a). El primero sería una subida al Cueto de Rosales (el señor de la Lomba). Podríamos quedar en Valdevés una tarde, allí el encuentro, cada cual con pegatina en la solapa por lo de las identificaciones, y luego a iniciar la subida. Dará tiempo a hablar y disfrutaremos del paisaje que tanto nos une. Comida y bebida cada cual a su gusto.
b). Coincide mi segunda propuesta con la que ya se ha hecho, almuerzo o cena en sitio planificado, peinados y lavados y con mantel y mesa puesta.
Salu2
Amigo El Carballo:
Veo que has regresado y me alegro porque dices que tu padre ha mejorado.
Yo tenía la noticia, por mis hermanos de la Magdalena y sabía que estabas por LEÓN. Cuando llames, les gtransmites mi afectuoso saludo y el deseo de que la recuperación sea pronta y total.
El destino, a veces es cruel, pero la vida hay que aceptarla como viene.
Un abrazo
Veo que has regresado y me alegro porque dices que tu padre ha mejorado.
Yo tenía la noticia, por mis hermanos de la Magdalena y sabía que estabas por LEÓN. Cuando llames, les gtransmites mi afectuoso saludo y el deseo de que la recuperación sea pronta y total.
El destino, a veces es cruel, pero la vida hay que aceptarla como viene.
Un abrazo