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FOLLOSO: Ya han pasado 30 años y visto desde hoy parece que...

Ya han pasado 30 años y visto desde hoy parece que es irrepetible una cosa así en nuestro país y con nuestro actual ejército.
Eran tiempos difíciles los de 1981. El paro apretaba de verdad, no quiero decir que ahora no lo haga, pero entonces apretaba de lo lindo y la protección era muy escasa; el título octavo de la Constitución no aclaraba la organización del Estado de las Autonomías; la ETA también apretaba, salvajemente, asesinamente; en los cuarteles el ruido de sables era la música diaria que se tocaba; la no reforma del ejército, hacía que la UMD fuese un pequeño oasis en un gran arenal de franquistas; el gobierno de Suarez estaba muy debilitado: Suárez había perdido la confianza del Rey, quien no se escondía de exteriorizarlo publicamente, y el partido del gobierno UCD era lo más parecido a una olla de grillos, todos querían poder; había una opinión favorable en medios políticos, rey incluído, en sustituir a Adolfo Suárez por un gobierno de concentración presidido por un militar que quedó aparcada por la dimisión de Suárez; había varias operaciones, golpes, en marcha, unas vía constitucional, otras vía incostitucional, con objetivos diferentes: gobierno de concentración, gobierno militar, retorno al sistema franquista; el PSOE también apretaba desde la oposición para desgastar el gobierno y poder ganar en las elecciones siguientes como así pasó en las de 1982. Armada, jugando a dos bandas, y el del tricornio forzando con apoyo de Milans, secuestraron el Parlamento en sesión con el gobierno en pleno. Nos metieron a todos en casa a escuchar la radio, a hacer nuestras cábalas, a imaginarnos otra vida, a mirar a tus hijos con ternura, pena, desconfianza, arrepentimiento, dudas. La espera fue larga. La imaginación volaba. De tanto en tanto unas palabras y alguna esperanza. Al final el discurso del rey vestido de capitán general nos medio tranquilizó. Creimos con la fe del interesado. Todo se resolvió. El miedo quedó en el cuerpo. Al año siguiente el PSOE ganó las elecciones; se reformó el ejército; quedó desprestigiada la extrema derecha por unos años, ahora parece que vuelve a tomar bríos; se recondujo el tema autonómico, con LOAPA y café para todos, pero sigue sin resolverse; se descompuso la UCD y se evaporó la posibilidad de un partido de centro; se consolidó la monarquía como institución democrática y adquiere una legitimación que no tenía por haber sido hija de Franco.
Hoy queda la duda de la participación civil (empresas, capital, información). Solo se juzgó a García Carrés sindicalista del Vertical.

Lo imortante es que lo recordamos 30 años después y nuestro ejército hoy colabora en misiones de paz, es profesional, mixto, con prestigio y reconocimiento social y profesional dentro y fuera de nuestro país.

Un abrazo