Cuando de rapacín me quejaba a mi padre, diciéndole que
las horas eran muy lentas y nunca llegaba la hora de que el sol
se escondiera detrás de las montañas de Villabandín y me ponía
pesado y buscaba mil y una tretas para no ir con las vacas para
el prao o para el monte, mi padre me decía:
" Mira, ¿tú te alcuerdas de cuando a principios de verano, vemos
desde la Sierra, pasar los rebaños de merinas que vienen del calor
y la sequera y se dirigen a los frescos pastos de la montaña y las vemos como una mancha blanca que se mueve lenta y alargada perseguida por
una polvareda pegada a ellas, allá por el Cordel, dirigiéndose hacia Curueña?"
Sí que me acuerdo y parece como si ahora oyera los zumbos y cencerras y alguna esquila y esquilones. Algunos zumbos sonaban como el de las vacas de Nicanor, le contestaba yo, olvidándome de si tenía que ir o no con las vacas.
" Al mando de ese rebaño va un pastor que tiene que estar muchos meses fuera de su casa, lejos de su pueblo y con poca merienda en el zurrón. El oficio de pastor es duro y solitario, pero si pones voluntad de volver con el ganado bien harto, el tiempo pasa volando. Tú no tienes que dejar la familia, ni el pueblo y llevas buena merienda y el perrín Quevedo que ve las hierbas nacer. Mira una vez, un pastor que se había contratado por un año le escribió a su mujer que había quedado en el pueblo un poco llorosa y compugida por tener que estar un año sin ver a su partor. La carta decía así:
Querida Filomena,
No estés triste. Total ya falta menos para que vuelva. Once meses, tres semanas y lo que va de aquí al domingo. El encabezamiento de la carta
indicaba que era lunes".
Siempre me ha quedado como un poso en mi album de recuerdos, que me sugiere que el tiempo siempre es corto, aun en dificultades, si sabemos verlo como el pastor trashumante que se había contratado por un año.
Un abrazo
las horas eran muy lentas y nunca llegaba la hora de que el sol
se escondiera detrás de las montañas de Villabandín y me ponía
pesado y buscaba mil y una tretas para no ir con las vacas para
el prao o para el monte, mi padre me decía:
" Mira, ¿tú te alcuerdas de cuando a principios de verano, vemos
desde la Sierra, pasar los rebaños de merinas que vienen del calor
y la sequera y se dirigen a los frescos pastos de la montaña y las vemos como una mancha blanca que se mueve lenta y alargada perseguida por
una polvareda pegada a ellas, allá por el Cordel, dirigiéndose hacia Curueña?"
Sí que me acuerdo y parece como si ahora oyera los zumbos y cencerras y alguna esquila y esquilones. Algunos zumbos sonaban como el de las vacas de Nicanor, le contestaba yo, olvidándome de si tenía que ir o no con las vacas.
" Al mando de ese rebaño va un pastor que tiene que estar muchos meses fuera de su casa, lejos de su pueblo y con poca merienda en el zurrón. El oficio de pastor es duro y solitario, pero si pones voluntad de volver con el ganado bien harto, el tiempo pasa volando. Tú no tienes que dejar la familia, ni el pueblo y llevas buena merienda y el perrín Quevedo que ve las hierbas nacer. Mira una vez, un pastor que se había contratado por un año le escribió a su mujer que había quedado en el pueblo un poco llorosa y compugida por tener que estar un año sin ver a su partor. La carta decía así:
Querida Filomena,
No estés triste. Total ya falta menos para que vuelva. Once meses, tres semanas y lo que va de aquí al domingo. El encabezamiento de la carta
indicaba que era lunes".
Siempre me ha quedado como un poso en mi album de recuerdos, que me sugiere que el tiempo siempre es corto, aun en dificultades, si sabemos verlo como el pastor trashumante que se había contratado por un año.
Un abrazo
Hola Pena,
Yo me hubiera pasado las horas muertas leyendo. Seguro que se me hubieran escapado las ovejas y vacas a menudo... pero tambien les pasaba a los que se echaban la siesta.
Ana
Yo me hubiera pasado las horas muertas leyendo. Seguro que se me hubieran escapado las ovejas y vacas a menudo... pero tambien les pasaba a los que se echaban la siesta.
Ana
Hola Pena? Pena, penita... pena.... Ana, los teclados anglosajones tienen esas carencias...... imagínate a tu pimito referirse al pueblo de la "n"........ aunque bien pensado, en La Lomba no hay otro con la "n", así que no hay confusión......
(yo cometo más errores que tú........ en algo te supero...... jajajjaa)
(yo cometo más errores que tú........ en algo te supero...... jajajjaa)
Hola B. M.
El prolema no es el techado algosajon, son las pisas y la falta de
conceptuación. Eso es la clausa de esos terrores telepáticos.
A estas harturas nada de lo que diga mi primate me suspende lo mas
minino. ¿De verdad que me suspiras en horrores? ¿en cuálos, faltas de
horticultura o de punteria?
Ana
El prolema no es el techado algosajon, son las pisas y la falta de
conceptuación. Eso es la clausa de esos terrores telepáticos.
A estas harturas nada de lo que diga mi primate me suspende lo mas
minino. ¿De verdad que me suspiras en horrores? ¿en cuálos, faltas de
horticultura o de punteria?
Ana
Pues mira..... es eso de destrozar palabras te supera con creces el A. M. O.
Es el rey de las palabras "tuneadas".
Es el rey de las palabras "tuneadas".
Tu empieza a meterte con Campo....... y acabaremos las dos a morrillazo limpio en "n"...... (por ser territorio neutral)......
No valen tirachinas.......... no vaya a venir peña a ayudarte.........
No valen tirachinas.......... no vaya a venir peña a ayudarte.........
Supongo que lo "de a morrillazo limpio" lo habrás dicho por simple valor estadístico, porque todo puede tener lugar bajo el sol. No te veo yo de ninguna manera belicosa y menos atacando a tu amiga de Rosales. De todas maneras, no temas. El tiragomas tiene tantos años, las gomas están tan apolilladas, que está totalmente obsoleto. Por otra parte tengo que aclararte que prometo solennemente ser neutral y no tomar partido en la contienda. A vosotras hay que teneros siempre de amigas que sois muy, pero que muy peligrosas. Si observas el pequeño diálogo que habéis tenido, total por una pequeña supresión de una pequeña ceja sobre una n, ha recibido todo mundo: el Pimito por ser Pimito, el A. M. A, por tunear, yo por tener tiragomas, los de la Ñ, por ser campo neutral. Pero bueno, que todas las batallas sean tan cruentas como estas. Ya quisieran los Japoneses tener estos juegos florales y no sufrir los envites de las placas, de las olas y de postres el de la energía creada. Esas fuerzas sí que se han unido, formando una alianza sin pacto, definiendo sin saberlo, un objetivo de destucción, rodeado de inquietud y horror, despertando el recuerdo de Hirosima y Nagasaki para que el miedo, casi pánico se adueñe del día y de la noche de los orgullosos, superiores y disciplinados habitantes del país del Sol Naciente.
Me siento..., no sé buscar el adjetivo. Porque hay contradicciones en mis sentimientos. Siento admiración por aquella mujer que vi en un reportaje que decía: " lo he perdido todo, sólo vengo conmigo". La disciplina, la aceptación, el orden, la solidaridad con que se comportan me despiertan cierta
envidia. Ver las imágenes de helicóptros arrojando cestas de agua sobre los prismas cuadrangulares, ya fijos en la retina para siempre, me produce una cierta decepción. En el país de la tecnología me había imaginado robots refigerando los núcleos. Desconozco, realmente, el grado de veracidad de la información del gobierno. Sospecho que oculta cosas, acaba de elevar a 5 el grado de peligrosidad, estaba en 4 y a Chernóbil le adjudicaron 7. Puede que sea su educación. Dicen que en el mundo de los negocios, cuando un japonés te dice que lo pensará, está diciendo que lo ha desechado. Para el juego comercial, lo entiendo o puedo justificarlo, pero para la Información no acepto nada más que la verdad de aquel momento, contextualizada, pero la verdad. Y la empresa propietaria de la Central, como casi siempre los propietarios de los medios de Producción tienen los objetivos bien marcados. ¡Qué papelón!. Las vísceras se me revuelven.
Ya has visto que de seguir la broma me he ido por los cerros de Úbeda. Sacaré el tiragomas y los jeijos irán todos contra el miedo, el horror, la injusticia y la desgracia.
Un abrazo.
Me siento..., no sé buscar el adjetivo. Porque hay contradicciones en mis sentimientos. Siento admiración por aquella mujer que vi en un reportaje que decía: " lo he perdido todo, sólo vengo conmigo". La disciplina, la aceptación, el orden, la solidaridad con que se comportan me despiertan cierta
envidia. Ver las imágenes de helicóptros arrojando cestas de agua sobre los prismas cuadrangulares, ya fijos en la retina para siempre, me produce una cierta decepción. En el país de la tecnología me había imaginado robots refigerando los núcleos. Desconozco, realmente, el grado de veracidad de la información del gobierno. Sospecho que oculta cosas, acaba de elevar a 5 el grado de peligrosidad, estaba en 4 y a Chernóbil le adjudicaron 7. Puede que sea su educación. Dicen que en el mundo de los negocios, cuando un japonés te dice que lo pensará, está diciendo que lo ha desechado. Para el juego comercial, lo entiendo o puedo justificarlo, pero para la Información no acepto nada más que la verdad de aquel momento, contextualizada, pero la verdad. Y la empresa propietaria de la Central, como casi siempre los propietarios de los medios de Producción tienen los objetivos bien marcados. ¡Qué papelón!. Las vísceras se me revuelven.
Ya has visto que de seguir la broma me he ido por los cerros de Úbeda. Sacaré el tiragomas y los jeijos irán todos contra el miedo, el horror, la injusticia y la desgracia.
Un abrazo.