FOLLOSO: Pues es una buena idea para pasar cecina a los Estados...

En mi casa, llegados los primeros fríos de noviembre, se hacía el samartino que suponían, bien administradas, las viandas de segundo plato, dieces, meriendas, grasa para sazonar las patatas y carraca para los estudiantes hasta el próximo noviembre. Normalmente el samartino consistía en la matanza de dos o tres cerdos y una cecina vacuna o media compartida con algún familiiar y algún castrón. La cecina de vacuno a mi me gustaba mucho, tanto como el jamón, pero la cecina de castrón no podía con ella. La leche de cabra me producía dolor de cabeza. Hoy es el día que el queso de cabra que a veces te ponen en la ensalada me ofende hasta el olor.

Estamos en tiempos de innovación y estos días de atrás en la 25ª edición del Salón de Gourmets celebrado en Madrid se presentó la CHOCOCECINA.

Dos empresas de Astorga con naves vecinas en la calle del Chocolate del Polígo Industrial, Confiterías El Arriero Maragato y Cecinas Pablo, unieron sus esfuerzos para alumbrar un nuevo producto. Ha surgido una tableta de chocolate negro con sorpresa en su interior (virutas de cecina).

Al morder el chocolate un primer paladeo es amargo, pasa por una ligera fase dulce y culmina con un toque salado. La cecina está en el retrogusto, nos cuenta en "tendencias", Rosa Rivas. Apunta que con vino tinto de uva Mencía, el maridaje es perfecto. Lo dulce y lo carnal se han fundido en un abrazo maragato.

Un abrazo.

Pues es una buena idea para pasar cecina a los Estados Unidos sin que
te pillen en el control de equipaje.

Ana