Sobre comidas para los cerdos en tiempos de escasez.
Recuerdo que en otras ocasión hablaste de los gamones. Gamones, hojas de negrillo, caballunas,... y van tres.
Va la cuarta: Fouzas, o fozas. Es una hierba de hojas aplastadas contra el suelo y de raíz larga y gruesa, típica de las praderas frescas. Se salía con el saquín atao a la espalda o a la cintura y venga a recorrer praderas de diente, las que eran pastadas pero no segadas. Cada fouza era arrancada con un cuchillo viejo de forma que se extrajera toda la raíz para aprovecharla a la vez que la parte foliar... y al saco. En el mismo saco se echaban también las hojas de negrillo o de roble, preferidas a las de salguero o palera, y las caballunas que se encontraran al paso. Toda esa ensalada, bien sazonada con la harina, como tú dices, debía ser un alimento completísimo y seguro que exquisito en el cubil.
¡Boccato di maiale!. Así sabían de bien los jamones y chorizos que luego alcanzarían la categoría de "boccato di cardinale".
A estos paseos recolectores se les llamaba "ir a fouzas y fueyas" y se adjudicaban a los niños, igual que la tarea de cocer pa los gochos. Porque el labor del niño es poco; pero el que lo pierde es un tonto.
Diálogo de sordos:
- ¡Buenas días, hum!
- A fouzas.
- ¿Descanseste?.
- Pa la gocha.
- ¿Qu' arrebuyas, hum?.
- Hasta el ñudo.
- ¡Pus véi y béisalo n' el culo!.
¡Véi con Dios, mestro!
Recuerdo que en otras ocasión hablaste de los gamones. Gamones, hojas de negrillo, caballunas,... y van tres.
Va la cuarta: Fouzas, o fozas. Es una hierba de hojas aplastadas contra el suelo y de raíz larga y gruesa, típica de las praderas frescas. Se salía con el saquín atao a la espalda o a la cintura y venga a recorrer praderas de diente, las que eran pastadas pero no segadas. Cada fouza era arrancada con un cuchillo viejo de forma que se extrajera toda la raíz para aprovecharla a la vez que la parte foliar... y al saco. En el mismo saco se echaban también las hojas de negrillo o de roble, preferidas a las de salguero o palera, y las caballunas que se encontraran al paso. Toda esa ensalada, bien sazonada con la harina, como tú dices, debía ser un alimento completísimo y seguro que exquisito en el cubil.
¡Boccato di maiale!. Así sabían de bien los jamones y chorizos que luego alcanzarían la categoría de "boccato di cardinale".
A estos paseos recolectores se les llamaba "ir a fouzas y fueyas" y se adjudicaban a los niños, igual que la tarea de cocer pa los gochos. Porque el labor del niño es poco; pero el que lo pierde es un tonto.
Diálogo de sordos:
- ¡Buenas días, hum!
- A fouzas.
- ¿Descanseste?.
- Pa la gocha.
- ¿Qu' arrebuyas, hum?.
- Hasta el ñudo.
- ¡Pus véi y béisalo n' el culo!.
¡Véi con Dios, mestro!