Me acuerdo mucho de la Vespa que tenía el Cura (D. José) de color azul. Iba todos los días (pues en aquella época había misa todos los días) a eso de las 11 de la mañana a la escuela, pitaba con su moto, y salíamos Toño y un servidor de la misma para ayudarle en la ceremonia. A mí casi no se me veía, pues los sacristanes se ponían detrás del altar.