GARUEÑA: Sigo con el cuento:...

Sigo con las preguntas: ¿Alguien recuerda como acaba el cuento de Pedro Malosartes? Este es el trozo que mi madre y yo recordamos, pero creemos que nos falta algo: Pedro Malosartes era un personaje tontorrón e inocente. Fue al que dejaron al cuidado de los pollos y no se le ocurrió otra cosa que atarlos entre sí y echarlos al tejado… Claro, vino el milano y se los llevó todos de una vez y entonces le cantaban:

”Pepe Repepe pastor de los pollos,
vino el milano, comióselos todos”.

Otra vez le mandó su madre mazar la leche y él puso el odre a las espaldas y entonces le avisaron de que las cabras habían entrado en las tierras a comer las berzas y él saltó el cierro con el odre al hombro y metió un estacón por él y quedó sin leche y sin manteca.
En otra ocasión lo mandó su madre a Riello a comprar una olla de barro y se le rompió por el camino. Entonces la madre le dijo que tuviera cuidado y la próxima vez la pusiera en un carro con hierba. Cuando le encargó que comprara unas agujas, muy obediente las metió en el carro entre la hierba y claro, las perdió. Como su madre le dijo que las tenía que haber prendido en la vuelta de la chaqueta, otro día que le dijo que comprara una mazada de manteca se la colocó donde su madre le había dicho que tenía que poner las agujas; la manteca se derritió por la chaqueta abajo. (El cuento sigue; mi madre ya no recuerda el resto pero creo que sigue la concatenación de sucesos)

Sigo con el cuento:
A la madre se le terminó la sal, y de nuevo le mandó por un kilo de ella. La metió en el cubo con agua y así se la llevó.
- Esto ya es el colmo-dijo su madre-, cuando haga falta algo voy yo y tú te quedas haciendo las cosas y cuidando de tu hermano.
Así pasó, la madre fue a la feria y antes le dijo:
-Cuida de que no se queme la comida y aseas al niño.
La comida se quemó y al niño le vio una mota en la cabeza, creyó que era un piojo, le dio con un porro para matarlo y mató al niño.
Imaginaos cuando llegó la madre y vio el panorama; ya no les quedaba nada, ni un céntimo, y la madre llorando y medio ahogada por la pena le dijo a Pedro:
- Me voy a pedir por el mundo y tú haz lo que quieras. Ahí te quedas a ver cómo te las arreglas.
Cuando ya había andado un trozo de camino, miró atrás vio al buen Pedro muy cerca de ella. Muy enfadada le dijo:
- ¿Cerraste las puertas?
Pedro entendió "trae las puertas", y allá que volvió y vino con las puertas al hombro.
La madre desesperada dijo:
- Ahora nos ven con las puertas y nos desvalijan lo poco que tenemos en casa.
Al mismo tiempo, rabiosa porque no había hecho las cosas bien pues sabía cómo era su hijo.
Andando, andando, vieron un árbol con muchas ramas y que subidos en él podían descansar sin que nadie viera las puertas.
De pronto llegaron unos ladrones que a la sombra del árbol se pusieron a comer antes de repartirse el botín. La madre le dijo a Pedro que no hiciera el más mínimo ruido porque si les veían les matarían.
Los ladrones sacaron la comida y antes de empezar a comer Pedro dijo:
- ¡Ay madre que me meo!
- No, por favor, hijo, no. Aguanta...
Pero pis para abajo.
Dice un ladrón:
- Parece que llueve.
Dicen los otros:
- Anda, saca la comida que es que se mean los pájaros.
Cuando Pedro:
- ¡Ay madre que me cago!
- No, hijo, aguanta por Dios.
Caca para abajo.
Dice otro ladrón:
- ¡Cómo se cagan los pájaros!, anda pon la comida que los mismo nos pilla la Guardia Civil y nos fastidian a todos.
Entonces, Pedro, que tenía las puertas en el árbol, todo asustado dijo:
- ¡Ay madre, que se me caen las puertas!
No dio tiempo a sujetarlas y puertas para abajo con el correspondiente ruido y caída de ramas.
Los ladrones huyeron asustados sin llevarse ni la comida ni la bolsa del dinero, que por cierto pesabo mucho.
Pedro y su madre se bajaron del árbol, comieron aquella suculenta comida y pensando en el refrán que dice "Quien roba a un ladrón, tiene cien años de perdón", se quedaron con el dinero, volvieron a su casa y vivieron felices y comieron perdices.

Benjamina.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Pili y Mina, gracias; espero poner pronto la historia en mi blog. Ya os lo comunicaré. Está siendo un trabajo en equipo.