Tambien es típico en las fiestas de agosto preparar unas calderetas. Vamos, que no se pasa hambre en estas fiestas. No solo de paella vive el hombre, así que aquí estan los cocineros- fogoneros afanándose en preparar la carnaza para uso y disfrute de todo el pueblo y demas visitas. Este año la asadurilla no picaba nada, las guindillas ya no son lo que eran y además los trozos blandos brillaban por su ausencia, para mí que entre vuelta y vuelta a lo perolos los cocineros iban dando buena cuenta de ellos, para el año que viene habrá que cambiar de fogoneros que estos se estan viciando, es broma eh. Un beso y agur.