Pescar no habré pescado pero la tarde ha merecido mucho la pena, menudo alegrón que me he llevado, fijate que hablando hablando, por cierto que os hemos puesto a parir a la mitad del pueblo y como seguro que el asoma el morro por el pueblo el primero pues aprovechais y le meteis una paliza o dos si son pequeñas, hasta resulta que hemos escuchado alguna misa juntos. Eso si, una misa muy especial y para unos pocos escogidos, una misa a la que no le faltaba ni una coma, impartida por el entrañable Gino. Gracias, “Ç78 538047367#”, por el rato que me has hecho pasar. Un beso y agur