GRAJAL DE RIBERA: Grajaleja, yo con mis paridas ya tengo bastante, estoy...

Grajaleja, yo con mis paridas ya tengo bastante, estoy yo como para investigar, igual me encuentro por la calle con mi primita Pili y ni la conozco, como para averiguar quién es quién, es más, igual voy por Madrid con mi camiseta del Athletic y me sacude la badana una merengona de Grajal y se queda tan ancha. Ahora, para penoso, lo de Grajaleña, Camino que todo el mundo se cachondea de tus dotes de investigadora. Por cierto a ver cuando cuelgas alguna fotico, se dice así en grajaleño, verdad.
Soy Grajaleño, cuando leches voy a pescar si el agua y el frio me tienen agarrotado, si estoy mirando a ver si por el Caribe hay RENFE para pedir el traslado. Por cierto los txipis ¿desde orilla o en barca?. Con lo que cuentas me ha venido el recuerdo de un año en agosto, yo era un crio, estaban haciendo el reguero, creo que era enfrente de las eras, excavaban con unas máquinas y el agua estaba como el chocolate y se me quedó grabado como la gente se metía al agua y llenaban unos cestos de peces que salían a la superficie a boquear, va, así coge peces cualquiera, mira ahora, unas cañas de carbono de la leche, unos carretes que hasta hablan, aparatos para detectar peces, ahora sí que tiene mérito pescar. Grajalej@, pasaré tu recado a mi informante y por supuesto que no pienso pasarle ni un sobre más y mira que en los tiempos que corren hay abundancia de ellos. Prima, nosotros lo que estamos haciendo es un campazo y nos conformamos con estrenarlo en primera y para celebrarlo este año vamos a por la liga, cuidadin. Por cierto, me estoy enfadando con todos vosotros, a mi prima la vais a volver loca con tantos acertijos, que la pobre está en un sin vivir, que bastantes disgustos tiene ya con ser merengona. Bueno, creo que ya me he puesto al día, que agotamiento. Un beso y agur
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Quiero añadir algo a este tema:
Yo recuerdo que hasta ese año en el que hicieron el reguero nuevo, Javier se acordará también como yo, pescábamos todos los veranos en los charcos o pozas que quedaban cuando el reguero dejaba de correr.
Era algo hermoso de ver y de vivir: la pesca solía hacerse casi siempre a la hora de la siesta y en ella participaban prácticamente todos los varones. Los hombres adultos pescaban con las talegas y los niños y ancianos les seguíamos con la vista desde la orilla ... (ver texto completo)