Ya hace unos días que dejó de olerme el culo a vacaciones, vaya depresión, menos mal que me queda otra quincenita para dentro de poco. Que me lleve el ordenador de vacaciones, pues antes os joderá el humo, lo que me faltaba para que la cabeza me haga pum.. Hemos pasado de muy malo a tener una ola de calor africano que nos va a freír los sesos, Grajaleña ya puedes espabilar y subir rápido para aquí antes de que se acabe la racha. El otro día nos fuimos a pasar un fin de semana a un pueblo de Cantabria y al pasar por la autovía y ver Castro me acordé de Javier, era la fiesta del “Coso Blanco”, pensé que muy posiblemente estaría por allí perjudicándose el hígado, el colesterol, el azúcar y hasta la bilirrubina. Y tú, soy-grajaleño, mucha bodeguita y mucha frutita pero como cuando vaya por el pueblo vea un papel por los suelos te vas a enterar. Me imagino que te habrás quitado todo el estrés de encima, porque otra cosa no habrá en el pueblo, pero tranquilidad a raudales. Un beso y agur