GRAJAL DE RIBERA: Por si no lo sabéis os lo digo yo, después de la pulpada...

Por si no lo sabéis os lo digo yo, después de la pulpada a algunos se les calentó el pico y parecían los niños cantores, hasta el mismísimo orfeón donostiarra se hubiera sonrojado ante las limpias y espléndidas voces de estos muchachotes. Yo las calificaría como voces blancas, o quizás amarillas, o más bien según el color del orujillo que se hubiera tomado cada uno je je.