No sé si será bueno o será malo pero la verdad es que tenemos la vida programada y en cuanto nos encontramos con una parcela de tiempo sin programar hasta nos encontramos incómodos. Me encontré ayer con Isaac a las puertas de un centro comercial, había vuelto ese mismo día del pueblo y me traía un recado, por supuesto que no os voy a decir lo que era, cotillas que sois unos cotillas, la primera mi prima. Bueno pues estuvimos tres minutos hablando, miento serían cuatro, había quedado y no pudimos estar más tiempo, hay que joderse, como nos vemos todos los días. Cuando se marchó se me inundó la cabeza de cosas de las que me hubiera gustado hablar con él, pero la más importante, sin lugar a dudas, es ¿mataste algún pajarito?, que conste que no es en plan de cachondeo. La respuesta a mis dudas no tardó en llegar, pasaron por encima de mi cabeza un bando de pajarillos descojonándose de risa, iban en dirección a Santurce, no se a quien irían a saludar en ese pueblo, ya se sabe que son un poco cabroncetes, por supuesto que me refiero a los pajarillos.
Queridísima prima, el día que aparezca por el pueblo iré de romano que tenían el pecho de lata.
Queridísima prima, el día que aparezca por el pueblo iré de romano que tenían el pecho de lata.