Para todo este montaje con sus palitos, musgo, hierbas, cardos y demás artilugios se han tirado, mi primita Carmen y el amigo Antonio, cuatro días con sus respectivas noches. Bueno, las noches más que nada pensando en como seguir al día siguiente. Ah y por lo visto venden unos sombreritos a un eurito, a ver si cubren el presupuesto de este año para poder seguir jugando en primera para el siguiente. O para calefacción para que no se congele el Belén, porque si por aquí ha empezado hoy a hacer fresquito, por Grajal se caga la perra. A este paso algún año van a tener que empezar a montarlo en agosto.