Aqui vemos las tierras cultivadas y el paisaje natural ¡qué contraste! las tierras están divididas en pequeñas parcelas y cada vecino cultiva la suya o no... Vimos mucha dedicación y esmero para obtener los mejores frutos. Grajal de Ribera y otros pueblos de León nos gustaron mucho, aquí vivieron mis antepasados y los pocos vecinos que encontramos en las calles fueron amables y solidarios.