Como balas de mi pecho
Voy a lanzar unos gritos,
Para que escuchen los sordos
Y me oigan los malditos.
No he nacido felizmente
con la boca clausurada,
me van a tener que oír
con la voz dinamitada.
Que importa cien mil pedazos
vuelan aquí mis pulmones,
lo importante es que me escuchen
los déspotas y mandones.
Yo no escribo para hacer
una droga de mis cantos,
no puedo acallar con risas
sufrimientos y quebrantos.
La poesía no es sólo
una flor bonita y bella,
también es una metralla
dando luz como una estrella.
No he nacido felizmente
con la boca clausurada,
me van a tener que oír
con la voz dinamitada.
Autor: JOVALDO
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