Yo nacida en este. Maravilloso rincón,, donde tantos y tantos recuerdos quedan en sus casas calles, tantos sudores en sus campos y tierras vertidos por nuestros ante pasados, y hoy vemos qué se va quedando solito, pues de no ser por tres familias que lo llenan con sus paseos, que se juntan a pasar sus veladas, haciendo calechos al calor de la lumbre, que al ver el humo en las chimeneas dan señal que vive alguien en el pueblo, animarlos a que sigan dándole vida a Irede