La parábola de Esopo.
El lobo observa al cordero y busca un pretexto para devorarlo. Lo acusa de estar contaminando el
agua, a lo que el cordero responde: «¡Pero si tú vives en la parte alta del
río!». «El año pasado atacaste a mis padres», insiste el lobo, y el cordero le asegura que en aquella época él ni siquiera había nacido. «Eres un maestro en el
arte de convencer, pero todo eso no son más que excusas», dijo una vez más el lobo y, finalmente, mató a su presa.
Quien está decidido a hacer cualquier
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