La Barosa, Campañana, Lago Y Carucedo, son lugares encantados de este querido Bierzo, donde se habla de tal manera, que aquel que no lo sepa, sentirá la misma ledicia que se siente en Galicia.
No hay Galicia ni León, y mucho menos Castilla, en este Bierzo encantador, se abraza el cariño y renace la esperaanza, con la profunda amistad que La Barosa sabe dar.
El aliento de la gente, susurra en el corazón, y un paraiso de cielo, se recrea en la fantasía, de las encrespadas montañas, que danzan abrazadas, sobre el Sil encantador, que separa Galicia de León,
En la Sierra de la Rncina de Lastra, fue donde los romanos
hicieron a base de esclavos, ese tajo en la montaña, para vaciar el gran lago, llamado Mar Astur, para conquistar a las tribus de los astures tramontanos.
Al quedar El Bierzo vacio, fue cuando los romanos, construyeron la Via Flavia que El Bierzo atraviesa,
sin tener que ir hasta Páramo, como iba la Via Augusta.
ANSELMO PRADA LEÓN
No hay Galicia ni León, y mucho menos Castilla, en este Bierzo encantador, se abraza el cariño y renace la esperaanza, con la profunda amistad que La Barosa sabe dar.
El aliento de la gente, susurra en el corazón, y un paraiso de cielo, se recrea en la fantasía, de las encrespadas montañas, que danzan abrazadas, sobre el Sil encantador, que separa Galicia de León,
En la Sierra de la Rncina de Lastra, fue donde los romanos
hicieron a base de esclavos, ese tajo en la montaña, para vaciar el gran lago, llamado Mar Astur, para conquistar a las tribus de los astures tramontanos.
Al quedar El Bierzo vacio, fue cuando los romanos, construyeron la Via Flavia que El Bierzo atraviesa,
sin tener que ir hasta Páramo, como iba la Via Augusta.
ANSELMO PRADA LEÓN