APEROS DE LABRANZA:
Los aperos usados son tradicionales, puesto que la mecanización es prácticamente nula, utilizando en la mayoría de los casos animales, aunque en los últimos años se han introducido 2 tractores. La preparación del terreno, previa a la siembra, se realiza con ayuda del ganado vacuno, que uncidos tiran del arado que va roturando la tierra. Las vacas son unidas por el xugo que los protege con una piel de perro que cubre también la cabeza de los animales. Si se desea que alguna vaca no coma mientras está trabajando, se le coloca un bozal que le impedirá hacerlo.
La siembra de la patata constituye una tarea muy delicada y de larga preparación; una vez arada la tierra, la siguiente labor es la de achanar, que consiste en abrir surcos para que no se rompa la planta al nacer; se realiza con la rancilla, instrumento tirado por una pareja de vacas. A continuación se riega y se tiran los trozos de patata mezclados con la cal. Estos surcos son tapados con tierra del siguiente hasta cubrir toda la superficie. Una vez terminado se coloca un manojo de hierba seca clavado en el suelo con un palo, que sirve para indicar aquello que está sembrado (recibe el nombre de pachiza). La siega se hace a mano con la hoz. La trilla se realiza con los manales y los trillos tirados por las vacas.
El más característico de todos los aperos es el carro, con unas peculiaridades definidas: ruedas macizas de madera unidas al eje también de madera, de forma que giran a la vez con lo que se consigue una mayor estabilidad teniendo en cuenta los desniveles del terreno. Son bajos y estrechos y hay que unir dos parejas de vacas para superar las fuertes pendientes. Otro elemento también muy utilizado en la agricultura es el arado realizado en madera de roble y negrillo.
Los aperos usados son tradicionales, puesto que la mecanización es prácticamente nula, utilizando en la mayoría de los casos animales, aunque en los últimos años se han introducido 2 tractores. La preparación del terreno, previa a la siembra, se realiza con ayuda del ganado vacuno, que uncidos tiran del arado que va roturando la tierra. Las vacas son unidas por el xugo que los protege con una piel de perro que cubre también la cabeza de los animales. Si se desea que alguna vaca no coma mientras está trabajando, se le coloca un bozal que le impedirá hacerlo.
La siembra de la patata constituye una tarea muy delicada y de larga preparación; una vez arada la tierra, la siguiente labor es la de achanar, que consiste en abrir surcos para que no se rompa la planta al nacer; se realiza con la rancilla, instrumento tirado por una pareja de vacas. A continuación se riega y se tiran los trozos de patata mezclados con la cal. Estos surcos son tapados con tierra del siguiente hasta cubrir toda la superficie. Una vez terminado se coloca un manojo de hierba seca clavado en el suelo con un palo, que sirve para indicar aquello que está sembrado (recibe el nombre de pachiza). La siega se hace a mano con la hoz. La trilla se realiza con los manales y los trillos tirados por las vacas.
El más característico de todos los aperos es el carro, con unas peculiaridades definidas: ruedas macizas de madera unidas al eje también de madera, de forma que giran a la vez con lo que se consigue una mayor estabilidad teniendo en cuenta los desniveles del terreno. Son bajos y estrechos y hay que unir dos parejas de vacas para superar las fuertes pendientes. Otro elemento también muy utilizado en la agricultura es el arado realizado en madera de roble y negrillo.