EL ASNO CON LA PIEL DE
LEON. Habia un viejo mercader que viajaba de
pueblo en pueblo, llevado sus mercancias a lomos de un asno. Este mercader se valia de un ingenioso ardid para alimentar a su burro. Tan pronto como llegaba a un pueblo, lo descargaba y lo cubria enseguida con una piel de leon y luego lo soltaba en un
campo de arroz o de alfalfa. El asno comia hasta hincharse y los dueños de los
campos no se atrevia a echarle, ya que creian que se trataba de un leon verdadero. Un dia, el mercader
... (ver texto completo)