Pero antes de que os vayaís tenemos que ir a Valbueno, al trato de la morcilla.
¡Ay, Eudosia! Estoy encogida de reir con el caso del señor obispo,.... pienso como le quedaria la cara,... bueno despues de todo era de él,....... tampoco es tan grave, son casos y cosas que cada vez que se oyen o se leen, la risa es como la primera vez, desde luego era para plasmarlo en un libro, es una pena que no sepa una redactarlo como es debido. Yo lo creo porque es cierto que pasaban esas cosas, la tia de mi padre, Perpetua, la de la Venta de Aguasmestas hizo muchas, pero yo solo recuerdo alguna de oirselas a mi padre. Ese dicho de---Fabian, no te pingues---tambien era de élla. Por si no lo sabes, te lo cuento.
Fabian era su marido, que por cierto tenia una paciencia como el Santo Job.
Pues ese dia era corpus en Villar de Omaña, un pueblo al que se va desde Aguasmestas subiendo una pronunciada pendiente. Fabian, su marido, iva a misa y a comer, invitado y como es lógico con traje camisa y corbata. Cuando iva ya lejos, casi al final de la cuesta arriba, salió élla gritando a pleno pulmón----Fabian, ven, ven vuelve,...... el hombre al ver con la urgencia que le llamaba pensó que algo serio pasaba y se dió la vuelta y bajó todo lo de prisa que sus ya muchos años se lo permitian. Lega preguntando, ¿que pasa, que pasa?,.. y sale élla toda sonriente, le pone la mano en la solapa y le dice con toda su sorna (que no era poca),.. Fabian,... que no te pingues,..... Bueno, para matarla, el pobre hombre se dió la vuelta y volvió otra vez camino de Villar. De ahí viene el dicho famoso de ----FABIAN NO TE PINGUES--Decia mi padre que no se podia con élla, no habia manera de hacerla cambiar, no habia solución,----o matarla o dejarla-----pero a veces ya las bromas resultaban pesadas.
... (ver texto completo)