Eran mágicos aquellos souvenirs. Además de una botellita con agua milagrosa, recuerdo que trajeron del viaje una bola de cristal con la imagen de la Virgen de Lourdes dentro y nieve que "caia" al agitar. Mi madre siempre la guardó en la cómoda de su habitación y me encantaba.
Si Eudosia, entrañables recuerdos, en mi
casa habia una
virgen de FÁTIMA, que cambiaba de
color según el tiempo que hacia.
Yo tambien recuerdo a tu padre haciendo la cerca alrededor de vuestra
finca, el solito llevaba una carretilla de masa otra con los bloques y no necesitaba ayuda de nadie. Me extrañó mucho su muerte porque era un hombre con mucha vitalidad.